viernes, 20 de marzo de 2009

Lo que no debe faltar en tu tarjeta de negocio

Estamos en plena era digital, sí. Pero todavía hay ocasiones en las que merece la pena recurrir al “papel”. Si vas a una reunión de ventas, si normalmente acudes a eventos y conferencias relacionadas con tu actividad, o si trabas contacto con algún posible cliente en el parque o en el ascensor, será mejor que lleves a mano una tarjeta de negocio.

Ya sabes que la memoria es débil, y por mucho que el nombre de tu web o tu correo electrónico sean fáciles de recordar, un simple trozo de cartón puede ahorrarles el esfuerzo a tus clientes.

En FreelanceSwitch nos dicen qué es lo que no puede faltar en tu tarjeta:

El logotipo
Refuerza la imagen de la marca y la hace más fácil de recordar. En otras palabras, es lo que hace que el cliente diga: “¿Traducciones Felt? Ah, sí, ya me acuerdo: la del punto naranja”.

Tu nombre
Elemental, querido Watson…

Tu número de teléfono
No pongas un número de móvil si luego no estás dispuesto a atender las llamadas.

La dirección de correo electrónico
Mejor si coincide con la de tu blog o sitio web. Dará una imagen más profesional. Si no tiene un dominio propio, mejor si eliges una de Gmail. Intenta evitar las direcciones de correo de proveedores del pasado, tipo Inicia, EresMas, o incluso Hotmail

Dirección postal
El cliente siempre agradece que tengas una ubicación en el espacio…

Dirección de tu sitio web y/o blog
Para un Freelance, no hay mejor manera de dar a conocer los trabajos que ha realizado.

Tu actividad (aquello que haces)
Si no incluyes tu actividad, es posible que el cliente vea tu tarjeta más adelante y piense en servicios de fontanería, en una empresa de desinfecciones o en una de pompas fúnebres.

Extras
Puedes incluir el lema de tu empresa, el número de fax (sí, todavía existen), el horario de atención, un código de barras y cualquier otra cosa que consideres realmente importante. Pero no te pases con la cantidad de información. Se trata de incluir lo fundamental.

Diseño
Llega la hora de elegir un diseño para la tarjeta. Es una elección muy personal, pero si tienes dudas, opta mejor por un diseño minimalista, limpio, con una tipografía muy inteligible y bastante espacio libre para que la información pueda leerse sin problemas.

Cuanto más efectista sea la composición, más llamará la atención, pero también será mayor el riesgo de saturación: es posible que tanto el cliente como tú mismo os canséis pronto del diseño. Además, la tarjeta podría transmitir una imagen poco seria, y puede que eso no te interese.

Lo mejor es que tomes como referencia tu campo de actividad. Si eres diseñador, seguramente harás más hincapié en el diseño de la tarjeta, y podrás arriesgar un poco más. Si eres un consultor estratégico, quizá prefieras apostar por un diseño más convencional, algo que transmita seriedad y confianza.

Formato
Actualmente hay muchísimas opciones, pero cabe destacar las siguientes:

Esquinas afiladas o redondeadas. Las primeras son más convencionales. Las últimas transmiten cierta sensación de tranquilidad.

Tarjetas a una o dos caras. Utilizando dos caras puedes añadir algo más de información, o bien puedes ofrecer la misma información pero con más espacio libre alrededor.

Tarjeta mini folleto. Existen opciones a medio camino entre la tarjeta y el folleto comercial. Estos formatos permiten introducir bastante más información.

¿Qué es lo que tuviste en cuenta a la hora de elegir tu tarjeta?